La impactante historia de vida del "Maligno" Torres: de a veces no tener para comer a convertirse en campeón olímpico en París 2024
Este lunes hablamos en nuestro programa radial con José “Maligno” Torres Gil, única medallista de Oro de la delegación argentina en estos Juegos Olímpicos de París 2024, quien logró completar esta proeza deportiva a partir de una memorable actuación en la prueba de “BMX Freestyle” del pasado 31 de julio.
El rider nació en Santa Cruz (Bolivia) en 1995, y a los 11 años de edad se mudó a la ciudad de Córdoba (Argentina), donde empezó su carrera en el mundo del BMX (Bicycle Motocross).
El día que obtuvo la medalla tiró varios trucos en el aire, dio giros a bordo de su bicicleta y convenció a los jurados, obteniendo una puntuación del 94.82. Completaron el podio el británico Kieran Reilly (93.91) y el francés Anthony Jeanjean (93.76).
Ya en Buenos Aires, Maligno Torres atendió a Vía Libre desde un gimnasio de la Capital Federal, donde desde temprano entrena todos los días, en búsqueda de mantener su planificación deportiva.
“No se si cambió algo en mi vida: vamos a seguir haciendo el mismo trabajo de todos los días”, inició exponiendo.
Acerca de su futuro inmediato en la competición, expuso: “Hubo un giro en muchos sentidos: por el lado de la vida nuestra, quiero seguir haciendo mi planificación de forma normal. Cuando lleguemos a Córdoba vamos a ver cómo seguimos”.
Respecto a lo más positivo que trajo su medalla para el BMX como deporte, el Maligno reconoció: “Hubo mucha gente que empezó a apoyarnos, a ver nuestro deporte. La verdad que toda esa visibilidad y que es algo que ayudó muchísimo el haber ganado en París.
Es un deporte nuevo en nuestro país. Le estamos dando visibilidad hace muy poco tiempo. No se conocía mucho: hoy ya la gente empezó a conocer que son bicicletas pequeñas con las que hacemos trucos, y desde ese lado estamos muy felices.
También, vemos muchos chicos que empiezan a andar en bicicleta y, no solo a hacer nuestro deporte, sino que le damos visibilidad al ciclismo en general”.
EL FUTURO DEL BMX EN ARGENTINA:
“La medalla marcó un antes y un después, y para nosotros es increíblemente bueno. Yo creo que más empresas van a empezar a invertir en nosotros, y eso da muchas más oportunidades a los que quieren viajar a competir para vivir su sueño”, expuso.
SUS SENSACIONES EN LA PREVIA DE SU PARTICIPACIÓN EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS:
“Fuimos a Francia con bastante miedo, porque venía de otra competencia hace dos semanas, tuve una caída donde pensé que me había fisurado la mano. Automáticamente volvimos a Córdoba un día y nos mandaron a entrenar a Costa Rica: estuvimos entrenando una semana, con mucho calor y humedad, y se me cerró los bronquios.
Al mismo tiempo, estaba recién pensando si podía andar en bicicleta por la caída. Llegamos bastante mal en todo sentido para París, pero obviamente estaba callado sin decir nada.
El primer día me acerqué a los médicos que tenemos en la delegación para que me ayuden con el tema de la recuperación.
Por todo esto es que desde la previa veníamos mal pero todo lo que queríamos nosotros era ingresar a la final de los Juegos Olímpicos, y una vez que logramos el objetivo, nos pusimos ansiosos de buscar otro objetivo más, y ahí ya queríamos ir en búsqueda del podio. Quizás no estábamos tan preparados para ganar la de oro”.
¿CÓMO ES UN DÍA EN LA VILLA OLÍMPICA?
“Nos levantábamos muy temprano: tipo 7:30, 8 de la mañana que nos íbamos a desayunar y tomar un café. Después nos tocaba preparar todo para irnos a entrenar al parque, donde perdíamos mucho tiempo, porque salíamos a las 11 de la mañana y llegábamos a las 18:30 horas de la tarde.
Entrenamos en el parque, ordenabamos las cosas en el Box de Argentina, que estábamos en la plaza del Concord. Volvíamos a la Villa Olímpica, directamente a cenar.
La verdad que nos divertimos demasiado: estamos muy contentos por ese lado”.
EL LEGADO DEL “MALIGNO” TORRES Y SU REFLEXIÓN ACERCA DE LA SUPERACIÓN:
“Ojalá que seamos un ejemplo para los que comienzan en este deporte y en su vida. A nosotros también nos costó, de no tener absolutamente nada, de no tener para comer…
Cuando comenzamos con mi hermano mellizos, éramos dos chicos que viajabamos. Era parar en la casa de amigos, y obviamente tomar decisiones si comías o te inscribas en competencia.
No es para dar lastima ni pena. Esperamos ser un ejemplo: ojalá puedan cumplir sus sueños. Hay muchos esfuerzos que hay que hacer y todo cuesta, pero nada es imposible. Obviamente la tenemos difícil igual que todos.
Nada es fácil, y menos para los argentinos, que siempre la tenemos muy complicada, más en el día de hoy. Pero, si vos haces tu trabajo, los resultados en algún momento van a llegar como sea. Lo importante es no enfocarse cuando, sino que en un momento va a llegar.
Hay que ser consciente que las cosas van a suceder: es importante no estar pensando cuando, porque ahí te olvidas de muchas cosas que hay que hacer.
Hay que seguir haciendo las cosas que tenes que hacer y sin excusas, teniendo Fe que en algún momento las cosas van a pasar”.